Era un año femenino, hermoso. De pelo negro, largo y flotante como los de avisos de champú. Siempre se iba. Y eso me gustaba porque al principio tenía buen culo. Pero los meses pasaron rápido y allá por septiembre se le notó un poco caído. Cuando llegó noviembre se inundó de pozos y rebalsó. El culo, digo. Se expandió por todos los lugares posibles haciendo uso y abuso de la ley de gravedad. A fines de diciembre brindé y desapareció por fin. Se derramó sobre la mesa como un charco de sidra. En ese momento no sentí nada, pero ahora lo extraño.
Lo que pasa es que nunca volví a tener un año femenino."
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¡Por un 2010 verdaderamente femenino!
Cuiden a los pibes si tiran cuetes y los que tengan auto, háganle caso a Beibibú.
Hasta el año que viene.
Cuiden a los pibes si tiran cuetes y los que tengan auto, háganle caso a Beibibú.
Hasta el año que viene.